OLMO DE ROTUNDAS CONVICCIONES

LUIS LÓPEZ JIMÉNEZ OLMO DE ROTUNDAS CONVICCIONES Con la luz del rayo y la sencillez del olmo laboró contra el aciago día y la injusta noche por sus gentes y su pueblo, hasta que no vio ecuánimes en la balanza la utilidad del precio y lo apreciado. Y si todos los que ocupan — de okupa — los ampulosos aposentos de la falsa modestia; el pomposo y fatuo verbo del yo primero; los que hoy roban el sol de las miradas, empobreciendo al hombre que da pan a la carne de su carne, tuviesen la milésima parte de su decoro, entonces otro sería el orden social que habitaría. Por ello, él, de rotundas convicciones, de magisterios de esfuerzos y de ejemplos, no quiso formar parte de una tropa vacua, de excesos, excusas y acusas y volvió a piso llano. Allí dónde las manos se llagan de sudor; de estupor los huesos; de gratitud el alma noble; de fortaleza la herida. Donde seguir siendo — silente y tenaz — ...