Martes 23 de Noviembre
Era un martes con las labores de cualquier martes, con las prisas y las manos de una mañana cualquiera. Era ocre y amarillo, y desapacible, como cualquier noviembre. Si hubiésemos sabido que iba a ser un día más doloso, amargo, gélido, infinito, imborrable, no hubiese hecho nada más, tal vez sí. Tuvimos los esfuerzos y los cuidados, los paseos . La charla de cenas de N avidad, de sábanas de hilo, faldas cortas, risas, los nietos. La vecina de enfrente. Tu pueblo, les taronges. ¡Ah! esa mitad de la media naranja. Era un martes con la niebla de un lunes manido y apocado y nos nubló las manos, el camino, la esperanza y nos dejo la certeza de haber dado todos los s,todos. El corazón por entero,el minutero, Todos los bes os que nos anidaban , todos.