Despedir un paisaje

Es difícil despedir a las palmeras. Su luz se vierte en el café del día y estrena no más las buganvillas, los hibiscos y la fe de tu frente. Es costoso bordear con la niebla los recuerdos que envuelve una montaña, los besos guardados en sus senos. Es extraño no tener la palabra, el verbo incondicional y exacto para hablarle de distancia a tu paisaje. #verano #mariajosemarrodan