Allí estuvimos , invitados por Angels Gregori, organizadora de poefestes y compañera del Mapa Infantil.
S. GARCÍA/M. FONT OLIVA
El poeta Francisco Brines recibió anoche en su ciudad natal, Oliva, el reconocimiento del mundo de la poesía, así como de sus propios vecinos que llenaron el Teatre Olimpia con motivo de la sexta edición del festival Poefesta, dedicado este año a reconocer la trayectoria de uno de los olivenses más universales.
Brines, quien confesó estar emocionado por la acogida "en esta tarde tan íntima a pesar de ser pública" hizo un alegato a favor de la utilidad de la poesía, que permite "educar la sensibilidad para gozar mejor de la vida. Sirve para mejor vivir el dolor y acompaña a una persona en el final de su vida".
Primeras espadas de la poesía y amigos tenían desde hace tiempo la cita marcada en rojo en su agenda, y quisieron estar al lado de Brines en el homenaje. Así, el escenario del Teatre Olimpia se llenó de toda una constelación poética bajo la coordinación de la joven olivense Àngels Gregori.
Entre ellos, Carlos Marzal, uno de los principales representantes de la poesía de la experiencia. También asistió otro reconocido autor olivense, amigo de Brines, y al que precisamente ha traducido también al castellano Carlos Marzal. Se trata de Enric Sòria, uno de los más importantes poetas de la literatura catalana actual, que ha tocado distintas teclas del arte de la palabra.
Para acompañar a Brines llegaron ayer a Oliva poetas de distintas procedencias. Del sur, destacó la presencia del granadino Luis García Montero, considerado uno de los autores más importantes de las letras hispánicas en la actualidad. También desde Granada acudió Luis Muñoz, y de otros puntos de Andalucía, Fanny Rubio y Antonio Cabrera.
Entre los valencianos, asistió Vicente Gallego, también Jaime Siles, cuya obra entronca dentro de la poesía española contemporánea con la tradición de poesía de pensamiento, así como el saforense Josep Piera o Fernando Delgado, ambos colaboradores de Levante-EMV. Asimismo, acompañaron al autor olivense el catalán Àlex Susanna, que fundó el Festival de Poesía de Barcelona. La nota más internacional la puso la poetisa argentina Ana M. Diz, que publica poesía en español e inglés.
Al acto no faltaron el alcalde de la ciudad, concejales y otras autoridades, así como decenas de personajes conocidos del mundo de la cultura en la comarca y en la Comunitat Valenciana y de amigos de Oliva que quisieron arropar a Brines en ese homenaje.
El denominador común de todos los personajes de la poesía que subieron al estrado para dirigirse a los presentes y, sobre todo a Brines, fue su amistad con el homenajeado, por lo que destacaron, más allá de su probada calidad literaria, sus cualidades morales y su calidad como persona.
Su paisano Enric Sòria señaló en el acto que se adentró en el mundo de la poesía gracias a la lectura de Francisco Brines realizada cuando era pequeño.
La música como tributo a la palabra
En el acto de homenaje a Francisco Brines también tuvo protagonismo ayer la música, tantas veces compañera inseparable de la poesía. La soprano valenciana Dolores Lahuerta y la cantante catalana Marina Rosell pusieron sus voces al servicio de la música que interpretaron el gandiense Telmo Gadea a la clave y el olivense Darío Herráiz al violín.
El espectáculo musical que sirvió también para homenajear al poeta Francisco Brines contó también con el respaldo del Coro Santa Cecilia de la localidad, dirigido por el maestro Josep Malonda. s. g./M. F.
El poeta Francisco Brines recibió anoche en su ciudad natal, Oliva, el reconocimiento del mundo de la poesía, así como de sus propios vecinos que llenaron el Teatre Olimpia con motivo de la sexta edición del festival Poefesta, dedicado este año a reconocer la trayectoria de uno de los olivenses más universales.
Brines, quien confesó estar emocionado por la acogida "en esta tarde tan íntima a pesar de ser pública" hizo un alegato a favor de la utilidad de la poesía, que permite "educar la sensibilidad para gozar mejor de la vida. Sirve para mejor vivir el dolor y acompaña a una persona en el final de su vida".
Primeras espadas de la poesía y amigos tenían desde hace tiempo la cita marcada en rojo en su agenda, y quisieron estar al lado de Brines en el homenaje. Así, el escenario del Teatre Olimpia se llenó de toda una constelación poética bajo la coordinación de la joven olivense Àngels Gregori.
Entre ellos, Carlos Marzal, uno de los principales representantes de la poesía de la experiencia. También asistió otro reconocido autor olivense, amigo de Brines, y al que precisamente ha traducido también al castellano Carlos Marzal. Se trata de Enric Sòria, uno de los más importantes poetas de la literatura catalana actual, que ha tocado distintas teclas del arte de la palabra.
Para acompañar a Brines llegaron ayer a Oliva poetas de distintas procedencias. Del sur, destacó la presencia del granadino Luis García Montero, considerado uno de los autores más importantes de las letras hispánicas en la actualidad. También desde Granada acudió Luis Muñoz, y de otros puntos de Andalucía, Fanny Rubio y Antonio Cabrera.
Entre los valencianos, asistió Vicente Gallego, también Jaime Siles, cuya obra entronca dentro de la poesía española contemporánea con la tradición de poesía de pensamiento, así como el saforense Josep Piera o Fernando Delgado, ambos colaboradores de Levante-EMV. Asimismo, acompañaron al autor olivense el catalán Àlex Susanna, que fundó el Festival de Poesía de Barcelona. La nota más internacional la puso la poetisa argentina Ana M. Diz, que publica poesía en español e inglés.
Al acto no faltaron el alcalde de la ciudad, concejales y otras autoridades, así como decenas de personajes conocidos del mundo de la cultura en la comarca y en la Comunitat Valenciana y de amigos de Oliva que quisieron arropar a Brines en ese homenaje.
El denominador común de todos los personajes de la poesía que subieron al estrado para dirigirse a los presentes y, sobre todo a Brines, fue su amistad con el homenajeado, por lo que destacaron, más allá de su probada calidad literaria, sus cualidades morales y su calidad como persona.
Su paisano Enric Sòria señaló en el acto que se adentró en el mundo de la poesía gracias a la lectura de Francisco Brines realizada cuando era pequeño.
La música como tributo a la palabra
En el acto de homenaje a Francisco Brines también tuvo protagonismo ayer la música, tantas veces compañera inseparable de la poesía. La soprano valenciana Dolores Lahuerta y la cantante catalana Marina Rosell pusieron sus voces al servicio de la música que interpretaron el gandiense Telmo Gadea a la clave y el olivense Darío Herráiz al violín.
El espectáculo musical que sirvió también para homenajear al poeta Francisco Brines contó también con el respaldo del Coro Santa Cecilia de la localidad, dirigido por el maestro Josep Malonda. s. g./M. F.
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