Podría morir lenta, dulce,
definitivamente en este arena,
frente a esta mar, sepulcro de mis cicatrices,
mensajera de la espuma de tu pan.
Podría morir pletórica de besos,
recibidos y dados,
rotunda de convicciones logradas
y feliz de haber sobrevivido a todas las batallas.
Podría morir, libre, suave,
permanentemente,
si no estuviesen esperándome
tus ojos de ola,
si no me llamase tu corazón de trigo
por mi nombre.
precioso amiga!
ResponderEliminarbesos