NO LOS LUGARES

No, no son las calles, el río, la alameda. No son los balcones, el portal, las escaleras, ni el mar, aquel monte, la espesura. La ciudad, la catedral o el pueblecito. No, no son exactamente los lugares, los puntos obedientes en el mapa, las coordenadas minuciosas del espacio. No , no son. Es lo que allí sentimos, lo que fuimos en ellos. El latido desbocado del beso primero en la alameda, la sal en el banco de las traiciones, sangre en la casa que se cierra de los padres. La risa en aquel portal y la ternura en la ola, la acidez de la sala de hospital y también el azúcar. Y el aleteo azul de una lágrima en la acera de los días. La duda en la emblemática torre y la certeza a orillas del cautivo río. No, no son los lugares es lo que allí sentimos, lo que fuimos en ellos. Imagen: Jardin del Beso: Xátiva