CALLE DE LOS SOÑADORES, 2010
DIRECTOS A LA GLORIA a Jesús Marrodán Todos los caballos eran de cartón — en los años descalzos de las penas— incluidos los que traspasaban las cometas y nos conducían directos a la fama. Todas las armas eran la escopeta de corchos capaz de abolir la guerra con sólo su presencia. Y todas las muñecas la más bella. Quedaba por delante un verano solemne como un día festivo en el pueblo, un puñado de anhelos por vencer, las sandalias de juegos por gastar, un debe a favor de las quimeras, u n pulso a lo grande con la edad. Mientras, todas las armas eran aquellos...