SEPTIEMBRE
SILVIA
Ella quería ser mayor, ser mayor a toda costa, como llegan las gotas de agua a ser nube, el brote a flor, como las hermanas de Anita, como Silvia. Y, si bien su querida Anita no escatimaba detalles: que si colonia de la suya, perfume de su madre; la ropa de Elena, los zapatos de Silvia; el collar de Luisa; un poco de manicura, incluso algo de colorete,..
Sin embargo todos los intentos acababan igual: ella des-vestida, des calzada, des-lacada, y de vuelta a las merceditas, las coletas y el vestido camisero.
Y es que Doña Ana, era mucha doña Ana. Y en estas cuestiones muy estricta. No permitía que su hija Anita, de siete años se disfrazase de mujer, de señora, ni de jovencita. Por tanto, mucho menos permitía que la trans-vistiese a ella. Ella, una Nenuco, simpática y tierna que nunca llegará a ser Silvia. La bella Nancy, Silvia.
Dibujo de Elías del Río.
Volvemos al trabajo y a los encuentros on line.
ResponderEliminarBuena rentrée.A mi no me dejan tenerla los incendios, por ello he sacado unos poemas sobre el tema, de hace tiempo, a mi blog.
Una forma de revelarme contra la impotencia que siento al ver como se quema y destruye la naturaleza.
Un besazo