NOVIEMBRE
PATRIMONIO DE LOS VIVOS
Morían siempre los demás, otros
eran los amantes elegidos.
Se llenaban de epitafios las puertas
de extraños, las plañideras venían
recordando que la muerte es tan sólo
patrimonio de los vivos.
Más, esta tarde hubo
coronas de espinas en la casa,
pésames derogando los sueños
y músicas de coros celestiales
que nunca deseamos escuchar.
Nadie supo explicar porque la muerte
no es al hombre una derrota,
ni un triunfo vivir eternamente
esta existencia.
Ni que sólo mueren los valientes,
ni que Dios se apiada de los pobres.
Ninguno comentó que era una daga
que amaba fuertemente las heridas.
Obra escultórica de Elías del Río.
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