SIN TI ME ROMERÍA,II

  

Déjame, madre, que muera yo primero,

que no entiendo esta vida tan vida,
que la idea ni la quiero ni soportaría
la de quedarme solo y descompuesto,
la de no verte más que en mis sueños
Iván Mendoza Marrodán


Déjame, hijo, que te diga, 
que no puedo cederte el privilegio.
Que me rompo si te dueles un instante
Que soy aire si el aire a ti te falta
Que me torno pan si precisas alimento
-y no hablo solo del pan de cada día-.

Déjame que te diga que no puedo
concederte, por esta vez, ese deseo.

Que no es por lo que queda o lo que hubo,
que es por esa arboleda que aún aguarda
las huellas profundas de tus pasos,
nuestro tapiz de versos como espadas
y también los labios como versos,

pues juntos somos sándalo y tomillo que perviven.

Que nos quedan todas tus esquinas de alegría,
todos los espejos de mi amor
en el secreto de tu viento enamorado.


Que no he de morirme,
porque siempre está contigo
mi esencia, mi verso mi querencia.


Y siempre estás en mi sonrisa,
no importa donde estés o donde vaya,
pues mudará la carne de habitáculo,
pero nunca el amor que te profeso.

Comentarios

  1. Muy bonito el poema " déjame madre que. ..".se nota que sale del corazón. Muy bueno

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