LA ESPERA Y LA ESPERANZA
Deje pasar las horas y también los segundos
entre mis dedos heridos de tintura.
Gasté,es cierto, alguna lágrima en ello
también se adhirieron mis nostalgias,
y tu falda, mis besos, tu cintura,
y unos gramos de mis huesos.
Deje pasar la lluvia del cristal y mis pupilas
y no pude por menos que alegrarme
cuando vibró un relámpago y se encendió un trueno
y yo quise pensar que era la puerta
abriéndose a tus manos
y tú presencia llenándome de luz.
Luego acalmó el aire y se prendió la luna
y el sueño fue venciendo mi creencia,
desoyendo mi tinta y mi latido
y yo quedé rendido por la espera,
que no rendido a la esperanza.
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