Yo tenía un nombre,
uno compuesto del que solo me gustaba su primera parte.
uno compuesto del que solo me gustaba su primera parte.
Un nombre que fue haciéndose
mar y poliedro.
Era uno acomodado a la amistad o la familiaridad de cada cual..
María José, Marijose, Maria Jo, Mari You, Maria, Mari, MJ.. Incluso Pepa, Mar y MariLu.
Sin embargo, llegaron otros sustantivos, mamá y mumi,
y el mar tornó océano imparable
qué se hacía rocío entre sus voces y mis manos.
y el mar tornó océano imparable
qué se hacía rocío entre sus voces y mis manos.
Pero una noche,
una con astro de amapolas,
en la cuna, el infante
me nombró de forma inédita
propia, exclusiva.
Él dijo "Ami",
y otro universo
amaneció en mis ojos.
me nombró de forma inédita
propia, exclusiva.
Él dijo "Ami",
y otro universo
amaneció en mis ojos.
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