GUANTES DE EXTRAÑEZA

Traducción de Silvie Bouchet   Si je devais m’en aller demain  Si je savais que demain  est le jour de mon départ,  je ne voudrais pas m’en aller sur la pointe des pieds,  presqu’en me cachant enfermée dans un recoin de silence. Si je savais que demain  le moment est arrivé, je ferais une fête, avec ceux que j’aime  et qui m’aiment,  et ainsi, face au grand feu  de ce que furent nos jours ensemble crépiteraient tous les je t’aime. Dans la cendre s’ajouteront  toutes les douleurs et les regrets car il y a longtemps que tout est pardonné. Seules s’élèveront dans la nue Trois ou quatre vérités absolues,  Et ce seront elles, mon testament ; Ne fais jamais de mal en le sachant,   Il y a toujours un « je regrette »,  quand nous blessons,  et même sans le savoir. A qui nous montre son amour,  Seul notre amour peut lui répondre,  A qui nous maltraite,  nous blesse, nous annihile,  rien que de l’indiff...

Si me fuese mañana,  si  supiese que  mañana  es el día de mi partida, no quisiera irme de puntillas, así como a escondidas, guardada en el bolsillo del silencio. Si supiese que mañana es el momento haría una fiesta, con los que amo y me aman, y de ese modo frente a la hoguera de lo que fueron nuestros días, crepitaran todos los te quiero .  Se sumirán en la ceniza todos los daños, y los perdona porque hace tiempo que todo está perdonado. Solo se elevarán al aire tres o cuatro verdades absolutas, y ellas serán mi testamento: Nunca hagas daño a sabiendas. Siempre hay un lo siento, si herimos, bien que sea sin saberlo.  A quién demuestra amor solo con el amor puede ser correspondido.  A quien nos maltrata, nos hiere, nos anula solo indiferencia y la distancia, cuanto mayor, mejor.  Mírate al espejo cada dia y reconócete siempre en su mirada. Si mañana fuese mi adiós quisiera despedirme.  Reconocernos, digo, en el mutuo amor, cerradas todas fisu...

  Cuando se amotinan las fotos de un álbum desgastado, y una sola imagen  desbarata tu noche y tus recuerdos, entonces,.. Entonces te adentras en su historia y la revives.  Y por un momento, por uno solo e infinito,  volvemos a ser los niños  que allí fuimos y el cielo nos pide disculpas por sus faltas.

  Ven a hablarme aquí. Aquí me encontraréis, donde se suceden las lecturas, donde continúo la historia de mi pueblo, de la siega en las eras de la umbría, del apellido familiar. Donde pasan mis ojos las páginas de mi niñez. Donde las ulagas hacen mella en la rodillas de mis hijos y mis nietos, en ese caminar sierra arriba, sendero abajo, bancales a la deriva. No os molestéis, no. No es el cementerio el lugar de los encuentros. Nada albergo contra su paz y su aire entre el hoy y el más allá. Pero este, este es mi lugar de retomar conversaciones inconclusas, de besaros con labios nuevos, de abrigaros el alma y más de un día gris y pendenciero. El lugar de abrazarnos con las infinitas alas del inmortal amor.