SOMOS UN PUENTE Y UNA VOZ
No estás sola, no estamos solas.
Aunque en soledad seamos un árbol extenuado,
derrumbados peldaños que duermen miedo,
mastican miedo, amasan miedo.
Dentro, nos habita una voz en nuestra boca
y una escala en nuestras manos,
de tal modo que unidos, madera a madera,
hacemos crecer una torre y un puente
que transita el terror y el silencio
el dolor, la oprobiedad.
En la soledad somos doloso árbol caído,
Juntos, la dignidad de la arboleda.
Dentro, nos habita una voz en nuestra boca
y una escala en nuestras manos,
de tal modo que unidos, madera a madera,
hacemos crecer una torre y un puente
que transita el terror y el silencio
el dolor, la oprobiedad.
En la soledad somos doloso árbol caído,
Juntos, la dignidad de la arboleda.
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