10 lugares de La Rioja. María José Marrodán. Diario El Día de La Rioja

 Miguel Ángel Gómez

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Orientadora con alma de poetisa
M. A. G-S. - viernes, 29 de enero de 2021
María José Marrodán pasea, con altura, el pasado martes por la Calle Portales, uno de sus 10 Lugares preferidos. - Foto: Óscar Solorzano
La escritora María José Marrodán nos confiesa sus 10 Lugares preferidos de nuestra región




María José Marrodán (Logroño, 19XX) se niega a revelar su fecha de nacimiento. ‘Mi edad es la edad exacta del beso’, responde con coquetería.
 Fue presidenta del Ateneo Riojano (2002-08) y, además de orientadora, es escritora. Oasí se define. «Creo que tras haber escrito cuarenta libros, 
puedo decir que soy escritora», bromea. De hecho, su singular respuesta corresponde a uno de sus poemas. Su último libro, presentado en un 2020 
para olvidar, es La música de mi vida. El primero, Desde la luna punto com. 
Cultiva la poesía, el relato y la divulgación.

Estos son sus 10 Lugares preferidos:

1. Briones. María José Marrodán se asoma a este pueblo con alma medieval. 
«Es un lujo pasear por Briones rodeada de palacios y blasones», se emociona. 
A su patrimonio urbano, suma «las actividades culturales que he tenido la suerte de hacer». «Además», prosigue, «en Briones está el Museo Vivanco y 
me viene a la memoria los paseos que he dado con el poeta
 Ángel González por esos paisajes tan nuestros».

2. Ollauri. Asocia este pueblo al de la Bodega Valenciso. 
«Conozco Ollauri por su bodegas y, en particular, tengo un gran recuerdo 
de Valenciso porque ha servido como escenario para la presentación 
de algunos de mis libros», reseña.
 «Tengo recuerdos maravillas. Me quedo con sus casas señoriales, 
sus calados, etc. Es un lugar muy entrañable para mí», asiente.


3.Nájera. El Monasterio de Santa María La Real atestigua que esta 
localidad fue capital del reino y, acompañada de su padre, así lo visitaba.
«Es patrimonio histórico desde 1899, creo. Con 13 o 14 años lo visitaba con mi padre al tiempo que me iba empapando de su historia. Doña Urraca por aquí, Blanca por allá», se recrea. «La historia se me daba bien pero las cambié 
por las matemáticas y luego dejé estás por la literatura», informa.


4.Matute-Tobías. Uno de los parajes naturales riojanos más reconocibles 
es El Rajao «en pleno valle del río Tobías». «Es un lugar tan mágico que 
me ha servido como escenario para uno de mis cuentos: Víctor y los terremotos», localiza. «El Rajao es un sitio impresionante, cercano, inolvidable. 
Realmente inspirador», encadena.

5.San Millán de la Cogolla. Su recorrido por La Rioja Alta acaba aquí. 
La visita emilianense no podía faltar en una mujer de letras. «Además 
de por su ubicación a los pies de la Demanda y el hecho que sea P
atrimonio de la Humanidad desde 1997, es uno de mis sitios preferidos a los que he ido de niña, con amigos y con mis hijos», apunta. 
«Me quedo con la lectura que se hacía, en mis tiempos escolares, 
en el Día del Libro de las Glosas emilianenses, en el román paladino de Gonzalo de Berceo», principia. «Y además en mi época al frente del Ateneo en el Monasterio de Yuso dábamos el Premio a la Tolerancia y recuerdo estar
 allí con Enrique Múgica, cuya mujer era riojana. Fue un acto muy emotivo», agrega.


6.Portales. Logroñesa hasta la médula, se para al inico de Portales. A su espalda el Ateneo y, muy cerca, su instituto, el Sagasta. Al lado, la Casa de los Chapiteles «Portales es cultura, compras, paseos con mis abuelos, con mis hijos. El banchillerato en el Sagasta, mi trabajo en Rodríguez Paterna, el Ateneo. 
¡Cuántos ires y venires!», rememora.


7.Parque Gallarza. Ahí iba la Casa del Cuento, un proyecto que 
acabó en tragedia pero el Parque Gallarza fue antes «escuela de 
Tráfico, adonde íbamos con la bici, y escuela de infantil asociada
 al Madrid-Manila. Empecé a dar sustituciones cuando estudiaba 
Magisterio. Pero al parque iba de pequeña y con mis hijo. 
Me da pena que no se haya hecho la Casa del Cuento», se lamenta.

8.Calahorra. Fue también Kalakorikos y la Calagurris Nassica Iulia romana. 
A su historia bimelenaria suma sus recuerdos personales:
 «El Paseo del Mercadal, la Iglesia de San Andrés, su colegio.
 Ahí estuve como orientadora», apostilla.

9.Arnedillo. A su balneario acude «a relajarme, a tomar un café» pero además su padre Abel dedicó un libro a la localidad: Arnedillo. Su historia, sus gentes y sus aldeas.

10.Munilla. Sus 10 Lugares acaban en uno de los pueblos más hermosos 
y más olvidados de La Rioja. Su padre era munillense «pero cuando 
se cerraron las fábricas se fue a Logroño». «Volvió, se compró una casa 
y nosotros hemos estado mucho», añade. «Recuerdo haber ido de Robles a Munilla, pero también a Rabanera. ¡Qué decir de los yacimientos de icnitas!
Munilla tiene dos: Peña Portillo y La Canal, pero yo iba más al primero», 
relata con precisión geográfica. Quien más sabe del pueblo es su padre, autor de Munilla, su pasado histórico e industrial. «Ahora tiene 110 habitantes
 pero hubo 2.500. En 1874, hubo 44 industriales censados. 
Había esparto, mantas, chocolates, borras...», se despide con nostalgia.

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