EL BÁLSAMO de FIERABRÁS

Que todo lo cure, lo recomponga. Exactamente haga uno lo que antes fuera dos, o cuatro o ciento. Que espante las fisuras, resucite a un moribundo, tal era mi buscado Bálsamo de Fierabrás. Qué contrariedad, si sé que no hay poción que sane las heridas cuando nacen, crecen y anidan en el alma; porque el alma — ¡quién lo ignora! — no vive en la piel, las asaduras, ni los huesos. O sí, en todo ello en proporción igual, y en la sangre, los sesos, la emoción. Pintura de Elías del Río. Pintura y versos de la exposición "LA LUZ CLANDESTINA DE ALONSO QUIJANO"